Miedo a fracasar, vivir sin aprender
Por Pilar, el 18/02/2021

El miedo al fracaso tiene un nombre, atiquifobia. Se define como un miedo irracional a equivocarse, a cometer errores.
A veces es tan fuerte, que la persona que lo padece es incapaz de hacer nada nuevo para no equivocarse. Evita la ocasión de actuar para evitar el fracaso.
Seguro que conoces a alguien que después de un desamor ha sido incapaz de volver a intentarlo. Y ha vivido con un miedo irracional a volver a equivocarse en el amor, como si fuera el único al que le hubiera pasado, en vez de pensar que a la próxima puede salirle bien. Si no se arriesga no se equivocará jamás, pero tampoco disfrutará del amor.
¿Cómo superar el miedo al fracaso?
El miedo es una emoción lógica cuando uno se enfrenta a algo desconocido o que percibe como peligroso, o simplemente fuera de la rutina habitual. El miedo es un mecanismo muy útil, pensado para ponernos freno, ser cautos y estar alerta ante situaciones desconocidas.
Una dosis razonable de miedo es lógica y saludable. No tanto cuando el miedo atenaza, paraliza e impide crecer.
Una manera de superar el miedo al fracaso es no darle tanta importancia. Basta con pensar que no somos ni el primero ni el último al que las cosas no le salen como pensaba. Y que a veces eso mismo acaba siendo una verdadera suerte.
Nadie puede tener controlado todo lo que le ocurre en la vida. Hay factores externos que lo impiden, empezando por la propia existencia de los demás, con los que interactuamos. Así es que tenemos que contar con la posibilidad de que las cosas se tuerzan de vez en cuando.
Lo interesante es que detrás de cada fracaso hay una enseñanza. El miedo puede acabar siendo tu mejor aliado. Proporciona la experiencia y las herramientas necesarias para hacerlo de otra forma diferente a la próxima vez. O a no hacer según que cosas, directamente.
Es importante pensar que cuando se toma una decisión se puede fracasar, pero no hay que olvidar la otra opción, que se puede triunfar. Es más fácil, siempre que sea un objetivo realista que podamos alcanzar, pensar que podemos conseguirlo. ¿Por qué no?
Nos ocurren cosas que muchas veces no entendemos, pero que en ocasiones nos llevan a situaciones que acaban siendo buenas para nosotros. Un fracaso nunca es una pérdida, es una enseñanza. Para volver a empezar, pero ya no desde la casilla de salida. Nos avanza unos cuantos metros más y eso es muy importante.
Fracasar no es perder. Fracasar es equivocarse y no volver a intentarlo y amargarse la vida porque en el fondo lo que nos hubiera gustado es lanzarnos y probar de nuevo.
No se puede vivir con miedo a equivocarse. Porque eso no es vivir, es pasar los días sin probar nada nuevo, sin aprender, en una confortable zona de confort en la que no nos va a pasar nada malo... pero tampoco nada bueno.
Hazlo, aunque sea con miedo. Aunque fracases. Porque la primera vez el miedo al fracaso será muy fuerte, pero luego le hablarás de tú a tú. Y le dirás que se marche bien lejos.
Imagen: Tim Trad