Toma decisiones aunque te equivoques

Por Pilar, el 09/09/2021

Toma decisiones aunque te equivoques

La incertidumbre, al igual que un poco de estrés, es saludable. Aunque seas un manojo de nervios y te guste tenerlo todo controlado. No sabes qué pasará mañana si tomas una decisión entre las varias opciones que tienes, quieres elegir la adecuada, la que más seguridad te genere. ¿Y cómo sabes eso? Ni idea. Eso tal vez lo tienes claro hoy, mañana ya veremos. Y si estás inquieto es porque no puedes asegurar que tu elección sea opción. Puede que te equivoques, aunque eso lo sabrás después, no en el momento en que tienes que elegir.

No podemos controlar todo lo que ocurre, sobre todo si depende de lo que hagan otras personas, consume mucha energía, y se pierde un tiempo precioso con algo que es superior a cualquier control. Un consejo de alguien que siempre ha intentado hacerlo y asegurarse de escoger lo mejor: nadie es perfecto, y si no has elegido bien con lo que conocías en ese momento, es porque tenía que ser así. En vez de arrepentirte por lo que has hecho mal, aprovecha para sacar partido a ese pequeño inconveniente y aprende la lección, casi siempre la hay. 

No pasa nada si dudas, si no terminas de tener claro lo que ocurrirá, la inseguridad de saber qué pasará tras elegir una opción u otra. ¡Eso significa que al menos estás decidiéndote por algo! La decisión que tomes será la adecuada, al menos con la información disponible en ese punto. Si no es así, tampoco tienes nada que hacer, por mucho que te empeñes.  Las dudas acompañan al proceso de escoger, dudar sobre lo más adecuado es perfectamente humano. Si no puedes controlar algo, deja que fluya, es imposible contemplar y controlar toda nuestra vida. Saca provecho a lo que ocurre, tanto si es lo que querías como si no. No pasa nada si las cosas no salen como esperas.

Si a día de hoy pudiéramos cambiar algunas de nuestras elecciones del pasado, tal vez decidiríamos otra cosa, por las consecuencias malas que han tenido. Aunque también nos quedaríamos sin las buenas, con lo que una cosa compensa la otra... A veces las decisiones que parecen más erróneas son a la larga mucho mejores que las que nosotros hubiéramos elegido.