A mi yo de hace unos años...
Por Pilar, el 04/03/2022

Si tuviera que mandar un mensaje a mi yo de hace veinte años, le diría poca cosa: una sería que no se entretuviera en dramas innecesarios por aquello que claramente no tiene remedio ni solución, que todo ese tiempo que pierdes lamentando cosas, es tiempo que se quita para que sucedan otras, que están ahí esperando, y dejas de ver, enredado como estás en lo mal que lo estás pasando. Que es legítimo sentirse mal, pero un rato, lo justo para retomar impulso y seguir. También le diría que no magnificara los éxitos, hay que disfrutarlos a tope, pero siempre con un ojo pendiente en esos imprevistos que pueden acabar con ellos. La vida funciona así, y la felicidad y el sufrimiento va por barrios.
A mi yo de hace años le diría que el tiempo de vida es demasiado valioso como para enredarse en cuestiones que no valen para nada, en recrearse en malos momentos de los que ya no sacas ninguna enseñanza, que hay que espabilar cuanto antes, porque las cosas buenas te esperan y hay que estar fresco y despierto para encontrarlas y si uno anda medio triste y agobiado no se reconocen.
A mi yo de hace años, me encantaría darle algo de la experiencia que tengo ahora, lo que no es posible, pero nunca se sabe si tal vez estos sencillos y breves consejos puedan servir de ayuda a alguien que, ahora sobre los treinta, siente que la vida se le va en lamentos, sin saber que son inútiles, y que más vale seguir adelante, con dolor y desconcierto, pero los ojos bien abiertos para no dejar pasar ni una sola buena oportunidad.
Imagen: