Breadcrumbing o el falso cortejo
Por Pilar, el 06/04/2022

Breadcrumbing es una palabra que significa algo parecido a dejar migas de pan. Es lo que hace alguien que quiere llamar la atención de otra persona, coquetear, jugar, pero sin la menor intención de mantener una relación seria con ella. Para ello dejará esas "migas", en forma de mensajes engañosos, necesarios para mantener el interés y un falso enamoramiento.
Y, ¿para qué? Aquí entra en juego la autoestima de la persona que se dedica a lanzar estas señales, que es alguien que necesita llamar la atención, de sentirse querido, y lo hace utilizando sus habilidades para seducir. El breadcrumbinga es solamente una estrategia para mantener esa autoestima muy alta y conseguir su propósito.
En la actualidad, el escenario más frecuente para el breadcrumbing son las redes sociales. Aquí se dan las circunstancias adecuadas para encontrar a una víctima, crear incluso un perfil falso y desarrollar una estrategia que va desde conseguir el contacto con esa persona a todas interacciones y comentarios, que para la víctima son la demostración del interés que despierta en la otra persona y que interpretará como una posible relación.
Además de engordar el propio ego, una persona que hace breadcrumbing a otra puede tener otro motivo para hacerlo. No se siente segura o no sabe cómo enfrentarse a una relación, a terminarla llegado el caso, y simplemente dilata el momento disimulando un interés que pudo tener pero ya no tiene.
Internet se encuentra en todos los ámbitos de la vida. La gran mayoría de personas tiene cuenta en una o varias redes sociales, por lo que son habituales las relaciones digitales y por ello se dan bastantes casos de breadcrumbing
El breadcrumbing no solo se da en el terreno amoroso, también puede ocurrir en el laboral. Por ejemplo, cuando después de una entrevista de trabajo los mensajes y el trato hacen pensar que va a haber un contrato, cuando jamás ha habido tal intención. Simplemente la empresa o el responsable de estas cuestiones, no dice claramente la verdad.
También hay casos de breadcrumbing pasivo, cuando una persona es consciente de lo que le está haciendo otra, pero aún así, espera que sea ella la que de el primer paso para dejarla y no tomar la iniciativa.
Podemos cruzarnos en cualquier momento con personas que hacen breadbrumbing. Es fácil dejarse llevar y más aún iniciar un tonteo inconsciente con cualquier persona, pero siempre estando atentos a las señales que se nos ofrezcan y saber si nos apetece o no jugar. Si es así y de forma consciente queremos entrar en este juego perfecto, el problema viene cuando esperamos algo más. En ese caso, en cuanto nos demos cuenta de lo que ocurre hay que obviar los mensajes y cortar cuanto antes la comunicación.
Es interesante dejar claro dónde ponemos los límites para espantar a todos aquellos que crean que somos una víctima fácil. Si aún así nos encariñamos con alguien y al cabo de un tiempo vemos que la relación se estanca de una forma anormal, lo mejor es alejarse, porque seguramente hemos dado con una persona indeseable.
No hay porque ser amable ni comprensivo con alguien que se comporta así. Si es su manera de ser, también lo es nuestra, y no tenemos que ser infelices ni encontrarnos incómodos solo porque alguien quiere jugar.
Imagen: benyamin bohlouli