La triada del éxito en la comunicación

Por JoseV, el 04/06/2013

La triada del éxito en la comunicación

La técnica de ir preguntando a otros si quieren acostarse contigo en una discoteca, porque al final alguien dirá que sí, es mucho más eficiente si le pones un poquito de interés, simpatía y algo de sorpresa o emoción ¿no es así? Si tienes el atractivo y la personalidad de Brad Pitt o Angelina Jolie esto no va contigo. Pero si eres alguien normal y lo que pretendes es establecer una relación más duradera, entrar directamente con la propuesta de pasar la noche juntos posiblemente no sea lo más efectivo. Superar un no, te costará mucho más trabajo. En la relación con los demás si el propósito es conocer al otro, una táctica de aproximación menos directa, también puede ser bastante más efectiva.

Tamara ha propuesto que tratemos la comunicación, un tema que es fundamental para cualquiera que esté en edad de trabajar o que esté preparándose para ello, incluso para jóvenes y niños. La comunicación es una pieza vital para nuestro desarrollo, como llegamos a los demás y como estos perciben lo que contamos, juega un rol fundamental en nuestro progreso personal y profesional.

La comunicación refuerza la confianza

Si llegamos bien hasta los otros y percibimos una respuesta positiva, nuestra confianza y deseo de mantener abierto los canales exteriores aumentan. Si por el contrario nos cuesta establecer contacto o la respuesta que percibimos es fría, evitaremos dar el paso, y nos encerraremos cada vez más. La habilidad para relacionarnos con nosotros mismos es la más importante, pero sin duda la segunda en la escala es nuestra capacidad para hacerlo con los demás. En la vida adulta esto tiene una importancia que seguro has descubierto, pero para los más jóvenes puede representar una barrera que limite seriamente su desarrollo personal, con consecuencias que pueden afectarles para siempre.

La habilidad de comunicarse, aunque no sea innata, puede desarrollarse notablemente. Como en Happymente no somos de dejar que los demás nos solucionen las cosas, veamos que podemos hacer para mejorar nuestras habilidades comunicativas por nosotros mismos.

La relación de las personas se basa en la confianza. La confianza empieza con la relación y ésta se basa en la comunicación. Crear este tipo de vínculos para algunos es algo natural y para otros un reto importante. Algunas personas lo consiguen con una mirada, dando su mano, con un ligero toque en el hombro o el brazo, y una pocas palabras. Otros son simplemente incapaces, por más que lo intentan, cada vez que abren la boca encuentran ausencia de respuesta, cuando no el rechazo, o esa es su percepción. Como casi todo en esta vida es posible aprender la forma de comunicarnos. De hecho está basado, como tantas otras cosas que hemos visto en Happymente, en grandes dosis de sentido común.

La sonrisa abre puertas

Empecemos por lo más básico: acuérdate siempre de sonreir, porque es tu mejor embajador en el primer contacto con alguien. La sonrisa es capaz de derribar las mayores barreras. Son pocas las personas que pueden escapar al efecto contagioso y balsámico de una sonrisa sincera. Procura sonreir el mayor tiempo posible que hables con alguien. Entrénate en sonreir, hazlo siempre que puedas, cuando estés solo, cuando hablés por teléfono, sonríe a los tuyos. Verás como todo comienza a cambiar a tu alrededor.

La escucha activa

¿Qué es lo más importante en la comunicación entre dos? Un mal vendedor te dirá que dar a conocer su producto. Uno bueno sabe que lo primordial es conseguir información de la otra persona. Da igual que estés vendiendo algo o te estés vendiendo a ti mismo, lo primero es descubrir que le interesa al otro. Solo lo conseguirás escuchando mucho y activamente.

Lo más importante soy yo mismo

Para hablar con alguien lo primero es romper el hielo. Esto se consigue practicando. ¿Cuál puede ser un buen tema de conversación? ¿Qué puede ser lo más importante para tu interlocutor? Sin ningún genero de dudas él mismo. Por lo tanto para establecer un nivel de comunicación apropiado, empieza pensando más en quien tienes enfrente y olvidate de ti.

El nombre es muy importante

Una buena muestra de que escuchas activamente y de que realmente te interesas por lo que dicen es recordar los nombres. Cuando repites el nombre del otro ya has superado la primera prueba de la comunicación. Si no te acuerdas de los nombres de los demás es una dificultad más que tendrás que superar. Vuelve a preguntar el nombre si no te has quedado la primera vez y utilízalo inmediatamente, por ejemplo "Luisa que bonito nombre, mi abuela o mi mejor amiga se llamaba Luisa" o "Javier, es un nombre que siempre me ha gustado, me transmite energía". Además si lo que dices es verdad, muy conveniente, te ayudará a recordarlo. Si lo repites algunas veces durante la primera conversación será difícil que lo olvides en ese tiempo. Apunta el nombre en cuanto tengas ocasión y si no puedes hacerlo busca alguna regla que te permita acordarte.

Descubre los intereses del otro

Piensa en que puede ser importante para esa persona. Si sabes que ha ganado su equipo de fútbol dale la enhorabuena, si conoces algo de sus intereses destaca lo que pueda animarle a hablar contigo. Si no tienes idea utiliza algún tema común para que te cuente alguna cosa. Es raro que no te de alguna pista que puedas utilizar para mantener viva la conversación. El truco no está en lo que te dice, está en ti. La comunicación se basa en buena medida en escuchar, de ahí es de donde surge la información, las oportunidades para saber más, y para ello debes lograr que el otro hable. Sin olvidar un aspecto fundamental que aprovechan los grandes comunicadores, el interes sincero, una escucha atenta es algo que cualquiera apreciamos, que nos hace considerarnos importantes.

Aleja la crítica

Si eres una persona crítica modera ese comportamiento, para acabar con él lo antes posible. Hay pocas cosas más dañinas que la crítica sin sentido,  a la hora de relacionarnos con los demás. Aprende a moderar tus críticas y si son absolutamente necesarias, hazlas sin herir al otro. Para una conversación de bar empezar con el poco pelo que tiene ese presentador de televisión o lo desastroso que es el gobierno de turno, puede servir, pero ¿utilizarías la misma conversación para ligar? Pues ahí tienes la pista, al relacionarte con los demás, sobre todo la primera vez recurre a fórmulas que llamen su atención positivamente, que despierten su interés y su deseo de seguir hablando contigo.

¿De qué sirven los prejucios?

Creo que fue Einstein quien dijo "se desintegra antes un átomo que un prejuicio". Dejar a un lado los prejuicios es fundamental para establecer una relación estable con alguien. Es imposible que puedas comunicarte adecuadamente con otra persona, que prestes atención a lo que te está contando, si estás sumido en una visión negativa de ella. Aparca ese sentimiento en cuanto seas consciente de que está presente en tu mente y céntrate en su relato.

Gracias

Y para terminar otra llave abre puertas y funciona muy bien para establecer la confianza: gracias. Gracias es una palabra que escuchamos mucho menos de lo que deberíamos y sabemos que es así, porque cuando la oímos, más de una vez nos sorprendemos. Utiliza gracias en tus conversaciones, sobre todo cuando pidas algo y siempre que sea posible al final.

La triada del éxito

Con estas breves recetas poodemos plantear la triada del éxito, que está basada en tres elementos secretos ocultos de la mayor parte de la humanidad, por los siglos de los siglos: el poder de la sonrisa, del nombre de las personas y de la palabra gracias. Espero se haya percibido la ironía. En serio, haz la prueba, dirígete a alguien con una sonrisa, pregúntale cualquier cosa y si puedes conocer su nombre. Sonrie mientras te habla y utiliza solo un gracias con el nombre de esa persona. A continuación ya puedes iniciar la conversación como quieras.

Si pones en marcha el proceso, haces el experimento o tienes algún otro truco que pueda ayudarnos a mejorar nuestras habilidades comunicativas, por favor no dudes en compartirlo por aquí. Nos gustará saber como te ha ido o simplemente leer tu opinión. Hasta pronto.